jueves, 9 de diciembre de 2010

Oficio de poeta



De vez en cuando hago el oficio de poeta,
pero soy solamente un hombre que escribe;
tu has leído mil letras que dejé en tu alma:
solo he querido que suenen como poesías.

Ese camino en que ayer nos encontramos,
el mismo que hoy con afán buscamos;
esa soledad que solos no soprtamos,
la misma que muere cuando nos acercamos.

Ese fuego que ardió entre los deseos,
la manzana del éxtasis de la que bebimos,
el mar de suspiros, el universo de besos,
los labios impacientes, el temblor de las venas;

y hasta los días perdidos, las noches sin
sentido, el vacío insondable, el calor y el frío,
el tenerte y no tenerte;  el quererte
y el afán de no dejar de quererte,

la tristeza, el adiós, el encuentro, lo esperado;
de vez en cuando hago el oficio de poeta;
el amor se escribe con esfuerzos increíbles
en esta vida que vivimos, incesantemente.


Junio 2008

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