sábado, 22 de enero de 2011

Espera

Silvina Ocampo

Del libro "Palabras de Mujer" Poetas Latinoamericanas   Siglo XXI Editores



Silvina Ocampo nació en Buenos Aires en 1903.
En su juventud estudió dibujo en Paris con Giorgio de Chirico y mostró inclinación por la poesía, gracias a la marcada tradición cultural de su familia y a la trayectoria de su hermana Victoria Ocampo quien la vinculó al mundo literario.
Por conducto de Jorge Luis Borges con quien la unió una gran amistad, conoció a su marido, el escritor Adolfo Bioy Casares con quien se casó en 1940.
Tuvieron una única hija, Marta, en 1954.
Desde que publicó su primer libro "Viaje olvidado" en 1937, Silvina Ocampo escribió incesantemente. Dos veces ganadora del Premio Nacional de literatura argentina, innumerables otros premios recompensaron su amplio trabajo. Obtuvo el Premio Municipal por "Espacios métricos" (poesía) en 1954, el Segundo Premio Nacional de Poesía por "Los nombres" en 1953, el Premio Nacional de Poesía por "Lo amargo por dulce" en 1962 y el Premio del Club de los 13 por "Cornelia frente al espejo" en 1988.
Fue también traductora y ocasionalmente escritora para niños y dramaturga.
Entre 1974 y 1979 publicó cinco volúmenes de cuentos infantiles (El Tobogán, El Caballo Alado, Canto escolar, el Cofre volante y La naranja maravillosa).
Realizó traducciones del inglés y el francés. Borges prologó una antología de sus cuentos publicada en Francia en 1974, cuya introducción es de Italo Calvino. También ha sido traducida al inglés e italiano.
Silvina Ocampo se ha transformado en un mito de la literatura argentina.
La crítica en general le adjudica importancia a su obra sugerente y de cierta premeditada confusión en la que conviven sentimientos opuestos e inesperadas fracturas de las convenciones. Su temática es la literatura fantástica en la cual desliza la ironía y un humor negro eficaz con ribetes truculentos.
Borges le reconoce una virtud inquietante y que a él, particularmente, le causaba “un poco de aprensión: la clarividencia. Nos ve como si fuéramos de cristal, nos ve y nos perdona”. Un elogio temible.
Su humor, cándido a veces, corrosivo otras, pero siempre unido al pudor, acompaña a toda su ficción. Pudor que no es sino elegancia formal ubicado en las antípodas de la explicitez de hoy. Su amor por la literatura francesa e inglesa, la llevaron primero a la lectura ferviente, y más tarde a la traducción. Tradujo al español entre muchos otros, a Emily Dickinson, Andrew Marvell, Baudelaire, Verlaine Alexander Pope, y Pierre de Ronsard. La reedición de algunos de sus libros como "Los que aman, odias" en colaboración con Bioy Casaras, "Autobiografía de Irene" "Los días de la noche", "Informe del cielo y del infierno" o "Lo amargo por dulce" por citar algunos, indican el sostenido interés en Hispanoamérica por la obra de Ocampo.
Han sido innumerables los reportajes, entrevistas, ensayos y comentarios hechos sobre Silvina Ocampo y su obra. Baste recordar los de Borges, Calvino, Martinez Estrada, Pichon Rivière, Alejandra Pizarnik, Abelardo Castillo y Eloy Martinez entre otros. Murió en Buenos Aires en 1994.

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