sábado, 19 de marzo de 2011

La mano de Dios

Hans Borli






Mi pequeña vida recóndita:
Una llama de cerilla
que flamea asustada
en el hueco de la mano de Dios
durante las ventosas noches del mundo.

Sí, en el asustado resplandor de mí mismo,
he visto la palma de
la mano de Dios.
Era dura y tosca
gastada
como la mano de un colono
que una tarde en su campo
aplasta un grano de cebada para ver
si el meollo es bueno.




Hans Borli(Noruega, 1918-1989)

Hans Borli creció en una pequeña granja, en un área sin caminos, parte de los bosques en Eidskog Kommune de Noruega.  La experiencia de pobreza y dificultad dejaría una impresión profunda sobre su arte posterior. Sin embargo, los efectos positivos de vida cerca de la naturaleza, la sabiduría, la tradición y la solidaridad entre trabajadores también tendrían enorme eco en sus escritos. La lectura extensa derivó en un temprano impulso de escribir. Expresa sentimientos personales, vistos en el entorno de un trabajador campesino,  como también una reflexión sobre la posición de inferioridad económica y social. Su abuelo, gran narrador oral de leyendas e historias también es considerado una influencia importante sobre el jóven.  Una educación estricta cristiana dejaría a Borli siempre luchando con las fuerzas contrarias de rebelión y un sentido profundamente impregnado de temor religioso.



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