viernes, 28 de enero de 2011

Serenata




 Paul Verlaine

Como la voz de un muerto que canta
desde el fondo de su sepulcro,
amante, escucha subir hasta tu retiro
mi voz agria y falsa.

Abre tu alma y tu oído al son
de mi mandolina:
para ti he creado, para ti, esta canción
cruel y fantástica.

Cantaré tus ojos de oro y de ónix,
limpios de toda sombra,
cantaré el Leteo de tu seno, luego el
de tus cabellos oscuros.

Como la voz de un muerto que canta
desde el fondo de su sepulcro,
amante, escucha subir hasta tu retiro
mi voz agria y falsa.

Después alabaré, convenientemente,
esta bendita carne,
cuyo voluptuoso perfume evoco
en las noches de insomnio.

Y para acabar cantaré el beso
de tu labio rojo
y tu dulzura al torturarme,
¡Mi ángel, mi vida!

Abre tu alma y tu oído al son
de mi mandolina:
para ti he creado, para ti, esta canción
cruel y fantástica.






Paul Verlaine
(Francia, 1844-1896) 

Poeta francés que figura entre los principales representantes del movimiento simbolista. Verlaine nació el 30 de marzo de 1844, en Metz, hijo de un oficial del ejército. Estudió en el liceo Bonaparte de París. Sus primeras obras, entre las que destacan Poemas saturnianos (1866) y Fiestas galantes (1869), se caracterizan por el antirromanticismo propio de los parnasianos. El verso se centra más en los aspectos técnicos que en los sentimientos. En 1870 contrajo matrimonio, pero abandonó a su esposa dos años más tarde para viajar y vivir con el poeta de 17 años Arthur Rimbaud. En 1873 Verlaine, en estado de embriaguez, hirió a Rimbaud de un disparo y pasó los dos años siguientes en prisión. La colección Romanzas sin palabras (1874), escrita durante su estancia en la cárcel, está basada en su relación con Rimbaud. Esta lamentable coyuntura le hizo volver al catolicismo de su infancia y su reconversión inspiró un volumen de poesía religiosa titulado Sabiduría (1881). Verlaine dio clases de francés en Inglaterra de 1875 a 1877 y luego regresó a Francia donde dio clases de inglés por espacio de un año. Intentó entonces, sin éxito, convertirse en campesino, con su alumno Lucien Létinois, al que llamaba su hijo adoptivo y a quien dedicó muchas de las elegías de Amor (1888). Létinois murió repentinamente de fiebres tifoideas en 1883. El resto de la vida de Verlaine transcurrió entre periodos de desenfreno alcohólico y periodos de arrepentimiento ascético. Con la publicación de Los poetas malditos (1884), una obra crítica, y Antonio y ahora (1884), una colección de poemas, Verlaine se transformó en poeta simbolista, preocupado por los sueños y la ilusión. Su influencia se manifiesta en los poetas franceses posteriores. El sonido de su poesía es por lo general más importante que su significado. También escribió prosa autobiográfica, como Memorias de un viudo (1886), Mis hospitales (1891) y Confesiones (1895). Murió el 8 de enero de 1896 en París.


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