los mismos que siempre callaron
los que se escondieron tras su indolencia;
Te preguntas por la felicidad,
la percibes, tal vez, en el negro absoluto:
...herida, derrotada, efímera...
la imaginas desnuda:
...errante y desterrada...
sabías que vivía clavada a ti con ilusiones y anhelos.
Hasta que la verdad aguda te mostró su rostro:
entonces tu felicidad perdió su peso
y se elevó en tu llanto.
y te diluíste en ella estallando en mil gritos
como el ruido de mil espejos estrellándose
llevándose tu imagen reflejada y destrozada.
Y te nació en el silencio
la ira,
las manos temblorosas,
la claridad enturbiada.
Y sentiste que te señalaban ellos,
los que ahora te preguntan por la felicidad,
los que callaron, los que se escondieron...
Y te culparon, pero
ni comprendieron cuando les preguntaste:
¿por qué me mintieron?
1981
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