Meira Delmar
Gabriela De Castro/2011 |
Tú ya no tienes rostro en mi recuerdo. Eres,
nada más, la dorada tarde aquella
en que la primavera se detuvo
a leer con nosotros unos versos,
nada más, la dorada tarde aquella
en que la primavera se detuvo
a leer con nosotros unos versos,
y prendió entre las ramas del naranjo
azahares nuevos.
Y eres también esta tenaz y leve
melancolía que sus pasos mueve
sobre mi corazón,
y casi no es
melancolía.
melancolía que sus pasos mueve
sobre mi corazón,
y casi no es
melancolía.
Alguna vez yo tuve
tu rostro y tus palabras y tus gestos
tu rostro y tus palabras y tus gestos
¡Hoy no sé qué se hicieron!
Hoy eres solamente esas pequeñas cosas
que se llaman
un día, un libro, el lento
un día, un libro, el lento
caminar de la mano de la estrella,
y a veces, -pocas veces-, el silencio
fijándome los ojos desolados
en un sitio del aire, como ciegos…
y a veces, -pocas veces-, el silencio
fijándome los ojos desolados
en un sitio del aire, como ciegos…
y este ir por la música tembalndo
lo mismo que por un lugar incierto.
Yo se que estás lejano del límite,
perdido en el espacio y en el tiempo...
y que por el cauce de mi sangre subes,
y que por el cauce de mi sangre subes,
llegas, barco fantasma, hasta mi sueño.
Que ya no eres ni la voz ni el eco...
Y te quiero mirar, y es esa tarde
dorada, que ya dije,
lo que encuentro…
la tarde que tenía un campanario
invisible y sonoro entre los dedos,
y una humana dulzura en la manera
de entendernos…
Tú ya no tienes rostro. Ya no eres.
Estás en mi como en la piedra el eco
Meira delmar (Barranquilla, Colombia, 1922-2009)
Sobre la autora:
"Meira delmar, poesía y prosa"
María Mercesdes Trujillo
Betty Osorio
Ariel Castillo
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